Tu capacidad de adaptación . . . .
Ante los diversos acontecimientos que surgen en tu vida y más hoy en día, ante la velocidad de los cambios y de los mismos, necesitas una gran capacidad de adaptación para enfrentar desafíos y tomar nuevas y acertadas decisiones que te permitan modificar estrategias, pero nunca perder el rumbo.
Algunas personas permiten que los problemas y los imprevistos nublen su visión y los sumerjan en el estrés, la desesperación o baja iniciativa para salir de una situación indeseable.
Por ejemplo, un negocio o un emprendedor . . . . . . casi siempre empieza bien, con ganas, ilusiones y dinero; pero si en un par de meses las cosas no empiezan a salir como se esperaba, podrían empezar los problemas, el desánimo y a generar pérdidas.
Una persona con una actitud negativa quizás diga “esto no es para mí” y termina por abandonar el proyecto e incluso decepcionado.
Por otro lado, alguien con una actitud mental positiva comenzará a analizar las causas del fracaso y se levantará con una mayor determinación para intentarlo la cantidad de veces que sea necesario, hasta triunfar.
Cuando eres capaz de adaptarte a las nuevas exigencias y estar bien mentalmente (que no te afecten pequeños reveses) entonces tienes más opciones de cumplir tus objetivos y además eres muy afortunado porque estás consciente de que si cambias tu actitud, entonces comenzarás a encontrar nuevas y mejores oportunidades.