La navidad es el momento . . . . .
La Navidad es una época repleta de emociones y sentimientos hacia la familia, hacia los amigos, hacia nuestros seres más queridos . . . . .
Es una época cargada de tradiciones que en forma tradicional vamos transmitiendo de generación en generación a través de los abuelos, padres, familiares, amigos y conocidos, y no tan conocidos.
Son muchas las emociones que podemos compartir y generar, por ello es un buen momento para plantearnos un cambio de ritmo y de rumbo en nuestras vidas.
Es el mejor momento para intentar hacer algo diferente a lo que hemos venido haciendo.
Es el momento de plantear una arquitectura cerebral que puede modificarse por otra que incluya optimismo, esperanza e ilusión de forma que nos proporcione la motivación suficiente como para intentar conseguir unos objetivos saludables y beneficiosos para nuestra salud física y mental.
Es el momento ideal para prestar atención a todo aquello que nos permita acercarnos hacia metas más favorables.
Es una ocasión perfecta para detener, desechar o controlar todas aquellas emociones que manifiesten ira, desesperanza, aburrimiento, ansiedad, enfados, resentimientos, rencores, tristezas, angustias, frustraciones… que sólo generan energía negativa y mucho malestar físico y emocional.
Es el momento más adecuado para dedicar todo nuestro tiempo y toda nuestra energía para iniciar la búsqueda de lo positivo en todo aquello que nos rodea, en no escatimar esfuerzos para la lucha, lucha que nos permitirá buscar lo mejor de nosotros mismos y de los que nos rodean y, sobre todo, tratar de conseguirlo a través de nuestro propio esfuerzo y perseverancia.
Nunca es tarde, siempre lo podemos intentar, pero en esta época nos encontramos con momentos en los que la música, las luces, las calles, los mensajes publicitarios… y nuestro entorno ofrece un caldo de cultivo excelente ya que desprende alegría, ilusión, felicidad, sonrisas, abrazos…
Nuestras emociones dependen, en gran medida, de nosotros y todo lo que depende de nosotros lo podemos controlar y cambiar. Las emociones las generamos nosotros, emanan de nuestros pensamientos y de las interpretaciones que hacemos de todo aquello que nos rodea.
Que la Navidad nos sirva como estímulo para buscar el equilibrio a través de nuestros pensamientos, emociones y sentimientos adecuados, constructivos y con resoluciones.
De esta forma encontraremos nuestro camino con una "buena actitud" y resolveremos las situaciones, por muy difíciles que puedan parecernos en un principio.
Feliz navidad ! ! !