Amar es cuidar

"Amar es cuidar" así de simple, así de profundo.
Es simple, no hay amor que se base en el descuido. De hecho, no hay nada que caracterice más el pensamiento de una enamorado que el de cuidar a su pareja. Hacerlo significa mantener los pequeños detalles, valorar a quien tenemos al lado y hacerle sentir especial, escuchado y amado. ¿Cómo dejamos de cuidar a quienes queremos? No alimentando las sonrisas diarias, tapándonos los ojos y dejando de percibir la reciprocidad. Esto acaba menoscabando la luz que el amor aportaba a nuestra vida y todo se vuelve mucho más superficial. 

No hay receta universal para proteger nuestro amor, pero sí que podemos poner nuestro empeño en que al menos la dejadez no sea lo que lo deteriore. Porque no hay amores que sean en sí mismos eternos, sino que hay amores bien cuidados.
Puede parecernos muy obvio, pero la realidad es que lo primero que solemos abandonar es precisamente eso: el cuidado. Conocemos a la perfección la teoría, sabemos que hay que conquistar cada día o que debemos mantener la atención sobre nuestra pareja o la persona a la que queremos. Sin embargo a la hora de llevar a la práctica esta costumbre del cuidado diario solemos pecar de desinterés y acabamos por dañar nuestra relación con actitudes de indiferencia o de procrastinación, es decir, de postergación de los pequeños detalles. Entonces se apaga lo que alimentaba “lo especial”, dejamos de sentirnos amados y parte de nuestra relación comienza a fracasar. Así, la ausencia de muestras de interés y de gratitud acaban generando dudas en una pareja y la unión se vuelve desunión.
"El amor durará tanto como lo cuides y lo cuidarás tanto como lo quieras". 
Fuente: Fragmento de "La Mente es Maravillosa" Blog
Compartido por mi querida amiga Patricia Salmón